miércoles, 23 de abril de 2008

La Nacionalización de la Industria Cementera

A principios del mes de abril, el Estado venezolano en plenitud de sus derechos decidió nacionalizar la industria del cemento. Las empresas que operan en dicha industria son la mexicana Cemex, la francesa Holcim y la suiza Lafarge. La modalidad para la nacionalización sería la estructura de empresa mixta (60% en manos del estado). Entre los argumentos esgrimidos por funcionarios del gobierno y por el propio Presidente para nacionalizar dichas empresas se puede mencionar:

  • Presunción de Cartelización
  • Funcionamiento por debajo de la capacidad
  • Exportación de gran cantidad de cemento a todo el mundo, en algunos casos, desabasteciendo el mercado nacional.
  • Impacto ambiental

Comencemos por analizar la presunción de cartelización. Si es una presunción, primero se debe investigar si la presunción es cierta. De ser cierta, entonces, ¿no existen otras medidas distintas a la nacionalización para corregir esa falla de mercado?. Los abusos de posición de dominio son un tema que le compete a Procompetencia y la gama de medidas para resolver este tipo de problema es bastante amplia. La nacionalización sería una medida extrema.

Con respecto al argumento de funcionamiento por debajo de la capacidad. ¿El Estado venezolano determinó la capacidad óptima? ya saben, esto le permitiría conocer si las empresas están efectivamente operando por debajo de la capacidad. En caso de que lo hayan hecho, operar por debajo de la capacidad, ¿es un delito que merece la nacionalización? ¿Están las tres empresas operando por debajo de su capacidad? Si es así, cabría preguntarse: ¿Por qué operan por debajo de su capacidad?

En referencia a la exportación, que en algunos casos genera desabastecimiento y por ende, según el gobierno, es culpable del déficit de viviendas. Pregunto (suponiendo que es cierto el argumento de la exportación): ¿Por qué las empresas prefieren exportar a dejar la producción en el país?. Esa sería la pregunta que habría que hacerse para entender la solución. ¿Es realmente la escasez de cemento la culpable del déficit de vivienda? ¿El hecho de que las empresas cementeras sean privadas es la causa del déficit habitacional?

Ahora bien, con respecto al impacto ambiental. Si bien es cierto que es una externalidad negativa, ¿No existe algún tipo de impuesto para compensar el daño ambiental? ¿No existe una medida de compensación que alivie el daño ambiental? Al nacionalizar, ¿se evitaría el daño ambiental?

Yo no abogo por las bondades de las empresas cementeras, pero si cuestiono la medida de nacionalización. La razón, es que me parece que el gobierno está “resolviendo” un problema sin entenderlo. Incluso diría que políticamente se está atando la soga al cuello porque en caso de no resolver el problema de vivienda, ¿a quién va a culpar?. El gobierno, al modificar la estructura de los derechos de propiedad, ¿a quién beneficia realmente?.

3 comentarios:

Dalia Correa Guía dijo...

La cuestión de la nacionalización de la industria cementera no debe plantearse en términos de "a quien le echará la culpa el gobierno" cuando no pueda cumplir las metas de construcción de vivienda. Tampoco en términos de la "eficiencia" de la gerencia del sector privado vs. la ineficiencia del sector público. Se trata de un asunto de justicia social y no de racionalidad económica, en donde el Estado quiere garantizar la materia prima para el mercado nacional; y después, si queda exportar lo que se pueda exportar. Así está pasando con otros bienes de consumo como los alimentos. Hasta cuando el libre mercado!!!! que juega con la miseria humana. El FMI, el BM y otros organismos han demostrado que sus planteamientos económicos estaban equivocados, si no veamos la crisis mundial que tenemos en ciernes. Veamos hoy las noticias de especuladores financieros que juegan con las acciones del petróleo, de las empresas alimenticias, sin importarle los millones de pobres de este planeta. Definitivamente hay que reinventar lo económico y no será a partir del libre mercado como conseguiremos la respuesta.

Rosa Morales dijo...

Definitivamente, no estoy abogando por el libre mercado. Como Profesora de Economía Industrial sé la importancia de las regulaciones cuando existen fallas de mercado y es muy probable que el mercado cementero tenga fallas de mercado. Es solo que para “garantizar la materia prima” existen distintos tipos de regulaciones que van desde aplicar una serie de instrumentos de política industrial hasta políticas de promoción a la competencia que el gobierno no usó. La solución de la nacionalización de la cementera me parece extrema en términos regulatorios y no creo que sea la solución del problema de la vivienda.

Me encanta que hayas comentado sobre el tema. Este es un espacio para opinar y poder compartir ideas.

Domingo Sifontes dijo...

Si se trata de un problema de justicia social y no de racionalidad economica, entonces si no se cumplen las metas del Gobierno en materia de vivienda, el único culpable será el gobierno y no el mercado.Esperemos entonces a ver que pasa.El problema es que la justicia social es algo tan relatico como decir: te quiero o no te quiero, es decir, los objetivos detrás de la justicia social son realmente hermosos nadie puede dudar de ello, la pregunta es¿cómo llegar a eso?,¿lo que es justo para ti es justo para mi?.No digo que los ideales de justicia social hay que desecharlos pero creo que hay muchos ejemplos en los cuales esta se ha tomado como bandera y finalmente ha sido un total fracaso.NADIE puede estar en desacuerdo con que la gente viva mejor,tenga aspiraciones,el mundo sea mas amable etc etc etc.El asunto es que la JUSTICIA SOCIAL se ha convertido en un slogan. Cada vez estoy más convencido que la economía sirve a palear esos problemas, siempre y cuando se generen los incentivos adecuados, ese es el punto y al historia real del país muestra que no hay razone spara pensar que con la nacionalización de la industria del cemento se logren las metas propuestas.